La Promesa Por Wndi Mair

La Promesa
Por Wendi Mair


1)
Sábado. 6 de junio, 1942
Summerfield, Inglaterra

Querida Mamá

Bueno, he estado durante ya una semana en Inglaterra y es muy lindo... Lo que he alcanzado a ver de este lugar. Hemos estado bastante ocupadas desde que llegamos. O sea, se me dio el grado de Cabo apenas llegamos (esto porque tengo más estudios que el resto de las enfermeras negras que hay acá) y eso significa poco más que nada... Si no estamos limpiando bacines, estamos contando material de despensa o doblando la ropa lavada. Un trabajo muy aburrido y monótono por decir lo menos... ¿Es para esto para lo que fui a el A&M de Florida por cuatro años? No lo creo.

De vez en cuando tenemos eso sí pequeños descansos. No más ayer fuimos a Londres (que está a una hora de la base) por medio día. No hay mucho que ver eso sí porque todavía están reconstruyendo lo del Blitz 8que fue hace ya dos años), pero fue entretenido al menos salir de la base por un corto rato.

Hablando de la guerra (¿no lo hace todo el mundo?) un grupo de soldados, blancos y negros salieron el jueves hacia el Pacífico Sur ( compartimos la base con los soldados británicos también) Aunque tengo el presentimiento que la escaramuza en Midway terminará pronto, algo me dice que los japoneses no se rendirán fácilmente. Las cosas allá están muy lejos de tterminar...

En esta carta añado algunas fotos que fueron tomadas en el viaje hacia acá y algunas que nos tomaron apenas llegamos. Me puedes ver en una tomada e el barco donde estamos todas formadas para la inspección (puedes ver que ninguna de nosotras se ve completamente feliz) Esa tomada en el cantón de reclutamiento fue tomada por un reportero de Chicago Defender que hacía una nota sobre nosotras. El rumor es que el Defender mandaría a Langston Hughes acá a Inglaterra para hacer un artículo más a fondo. Yey!





Dale mis cariños a papá, Carver, Calvin, Clay y Chester y dale mis saludos a todos mis amigos en Peapatch por mi. Los extraño locamente.

Abrazos y besos
Connie

PD: Daría mi brazo izquierdo por una buena naranja de Florida (Sobre todo esas que crecen en nuestro patio trasero)... La fruta acá es asquerosa.


~~*~~

Connie puso todo en el sobre de correo aéreo y lo selló para luego tomar un sorbo de su 8ahora helado) té. Suspiró. Sí, ella deseaba alistarse en el ejercito como enfermera, la paga era mejor que cualquier otra cosa que pudieran ofrecerle allá en su hogar... pero no estaba segura si extrañar tanto valdría la pena el sacrificio...

- Disculpe, señorita... Voy a cerrar la tienda ahora- escuchó decir a una voz tras ella
- ¿Qué? oh, lo lamento- dijo Connie mirando su reloj, lo que casi le provoca un infarto. ¿Las 10 y 30?
Curfew estaba a media hora, jamás llegaría a tiempo. "Estoy frita"
- ¿Estás bien, cariño?- preguntó dulcemente la dueña del café. A Connie le recordó a su abuela, excepto que su "Nana" tenía el color de una cargadísima taza de chocolate caliente.
- Sí, lo estoy. siento mucho haberla retrasado- pagó la cuenta, asegurándose de dejar una propina lo suficientemente abultada- Me voy ahora.
- No es seguro que una señorita vaya por ahí de noche
- Lo sé, pero las chicas con las que andaba ya deben haberse ido y haberse olvidado de mí. en todo caso crecí con cuatro hermanos, sé muy bien cómo cuidarme sola. ¿Me puede decir dónde está la oficina de correos más cercana?
- Siguiendo por esta calle hacia abajo, justo al frente de the Thorn & Thistle Pub. Pero realmente no quieres ir para allá...
- El camino de vuelta a la base también es por ahí, así es que estaré bien. Camino rápido.

~~

Connie depositó su carta en el buzón y escuchó la canción que venía desde el pub. De pronto deseó un poco poder estar ahí tomando una cerveza y bailando tal vez una o dos canciones, pero ella sabía sus deberes. ya tenía suficientes problemas con el retraso. Pero estaban tocando una de sus canciones favoritas...

Missed the Saturday dance
Heard they crowded the floor
Couldn't bear it without you
Don't get around much anymore…
Thought I'd visit the club
Got as far as the door
They'd have asked me about you
Don't get around much anymore…**

Cuando estaba por reanudar su camino, algo (o alguien) salió volando del pub, sólo para aterrizar con un golpe seco a sus pies. El desordenado bulto comenzó a quejarse y eso asustó a Connie un poco.
Sabía que debí caminar más rápido


*Pictures are from the US National Archives collection: “Pictures of African Americans during World War II” - http://www.archives.gov/research/african-americans/ww2-pictures/
** Don't Get Around Much Anymore – Duke Ellington

2)
You're all dressed up to go dreaming, now don't tell me I'm wrong
And what a night to go dreaming, mind if I tag along?
Moonlight becomes you - it goes with your hair
You certainly know the right thing to wear
Moonlight becomes you - I'm thrilled at the sight
And I could get so romantic tonight
You're all dressed up to go dreaming, now don't you tell me I'm wrong
What a night to go dreaming, mind if I tag along?
And if I say: "I love you" - I want you to know
It's not just because there's moonlight - although
Moonlight becomes you so…

Moonlight Becomes You - from the Film: Road To Morocco (1942); Lyrics by: Johnny Burke, Music by: Jimmy Van Heusen



Oh, mi Dios... ¿Ahora, qué hago? Connie entró en pánico. El "Desordenado bulto" estaba obviamente muy adolorido e incluso aunque estaba boca abajo, pudo ver que era un desastre con un enmarañado cabello rubio, pudo darse cuenta (aún con la poca luz que había en la calle) que estaba bastante a mal traer. "No puedo estar sin hacer nada". Entonces en ese momneto pudo escuchar en su cabeza parte del juramento que ella misma recitó el día de su graduación: Buscaré celosamente cuidar a todo aquel que lo necesite, sea quién sea quien lo necesite.*

- Maldita seas, Florence Nightingale..- murmuró Connie y se arrodilló- Hey, hey estás bien- Duh, ya sé que no, pregunta estúpida- Vamos, señor. Hábleme...

Ella lo dio vuelta lenta y tranquilamente sólo para revelar los más bellos ojos verdes que se hayan visto.
- ¿Eres un ángel?- murmuró él
- Me temo que no, cariño- sonrió- Ni cerca de uno- Estoy segura que es lindo debajo de todos esos cortes y rasmillones.
- Oh- dijo él para luego cerrar sus ojos.

Al menos aún respira eso es un buen síntoma. Alcanzó su bolso de enfermera sólo para sacar un pañuelo y se sentó en la acera colocando su cabeza en su regazo, así pudo comenzar a limpiar la sangre de su rostro. "Me pregunto si el barman me prestará un poco de hielo para hacer una compresa", pensó la enfermera.

- ¡¡¡VUELVAN ACÁ MALDITOS BASTARDOS!!!
Thres tipos muy grandes salieron corriendo del bar calle abajo. Dos tipos más salieron (casi tan grandes como los tres primeros) y se pararon en la puerta del bar mirando a todos lados.
-Se fueron por ahí, Kimosabi- dijo connie atrayendo su atención (y tratándo de no reírse de su propio mal chiste)

Los dos hombres atravesaron la calle yendo directo hacia ella.
- ¿Qué crees que haces? Suéltalo, niña- dijo uno de ellos
- Es "Cabo" niña, idiota.

El más alto de los dos, se rió.
- Honestamente, Charlie... No parece que quisiera robárselo- se agachó justo al lado de donde ella estaba sentada- ¿Puedo saber tu nombre, valiente ángel de misericordia?
- Cabo Constance Bernice Ford, jercito de los Estados Unidos, Cuerpo de enfermería. Fecha de nacimiento, primero de enero de 1920. Número de serie...
- No necesitamos saberlo todo, cariño. Yo soy el capitán John Taylor y el "idiota" es el teniente segundo Simon Le Bon
- Le Bon- dijo Connie divertida- Así como "El Bueno"... El bueno para nada será
- Hey- dijo Simon en protesta.

El capitán Taylor (a quien Connie le pareció de lo más buenmozo, cais como las estrellas de cine que ella había visto en el teatro de su Peapatch natal) se rió de nuevo y luego añadió
- El herido acá es el teniente Nick Rhodes- y luego ya serio- ¿Cómo está?
- Sigue entrando y saliendo de la inconciencia. Definiticamente tiene una contusión de algún tipo- dijo Connie buscando algo en su bolso nuevamente- demonios. No creo que alguno de ustedes caballeros tenga un pañuelo de sobra de casualidad y un poco de hielo y un poco de alcohol..
- Charlie, anda a ver si el dueño del pub tiene alguna de esas cosas.
- ¿Yo?- Simon estaba a punto de la furia- Lo jro... La manera en que me das órdenes...
- Bueno, si te hubieras dedicado a estudiar en lugar de acostarte con esa francesita tal vez habrías pasado el examen de capitán... Ahora, anda- John se dio vuelta hacia Connie de nuevo- ¿Eres parte del grupo que está en el Campamento Hannover?
- Sí- contestó ella- Pero las chicas con las que andaba se fueron sin mí de vuelta a la base. No sé cómo voy a ...
- Te llevaremos. Es lo mínimo que podemos hacer por ti después de haber ayudado a nuestro amigo
- Uhh... ok...

Veinte minutos después, Connie se encontró en la parte trasera de un jeep de la Armada Británica (que no era mejor que los norteamericanos) afirmando una compresa de hielo sobre un moretón en la frente del teniente Rhodes. Pobre chico. Cuando despierte tendrá un gran dolor de cabeza... los otros dos discutían sobre un juego de cartas o algo así, recordándole mucho a sus hermanos. "Bueno saber que esto es algo universal", pensó mientras reía.

- ¿Ángel?- escuchó decir a su paciente suavemente.
- Hmmm
- ¿Cuál es tu nombre?
- Es Connie..
- Connie... qué bello nombre
- Gracias
- ¿Connie?
- ¿Sí?
- ¿Te casarías conmigo?

Ella sonrió

- ¿Por qué no lo discutimos cuando ya te sientas mejor?
- Está bien- dijo y luego volvió a quedar inconciente
Tal vez ni siquiera recordaría lo que dijo. "De hecho, apuesto a que también se olvida de mí.."

* De las muchas formas del juramento de Florence Nightingale, usado en las graduaciones de las escuelas de enfermería.

La Promesa

3)
A)
That certain feeling
The first time I met you
I hit the ceiling
I could not forget you
You were completely sweet
Oh, what could I do?

That Certain Feeling - George and Ira Gershwin (1925)



- ¿Cómo demonios se puede caer un eje de transmisión de un camión?, se preguntó Doreen, la mejor amiga de Connie.
- No lo sé, Reenie. Tú dímelo a mí- dijo Connie con una sonrisa- Pásame una llave francesa, por favor.
- Por supuesto- dijo buscando en la caja de herramientas una- Acá tienes.
- Gracias. De verdad, por la manera en que manejan estas cosas, me extraña que no le haya pasado nada peor
- No me digas... hey Connie
- ¿Qué?
- ¿No se supone que yo debería estar enseñándote todo esto como parte de tu castigo?
- Si se hubieran tomado la molestia de leer mi historial, sabrían que en el colegio tomé un curso de mecánica y lo aprobé con honores, je.
- Sí, y tampoco creo que sepan que somos amigas
- Y no tienen por qué saberlo. ¿Me pasas la grasa?
- No puedo creen que esa perra de Merrie Olson y sus amiguis con cara de caballo te hayan dejado botada en el pueblo. Le da mala fama a las chicas de Jersey. Voy a patearle el trasero.
- Doreen Castafiore, compórtate. Lo último que deseo es que termines en un calabozo por iniciar una pelea.
- ¿Puedo al menos hacerle una zancadilla en la cafetería?
- ¿Sabes qué podrías hacer? Mezclar un poco de laxante con su chocolate caliente
- Ooooh, no se me había ocurrido eso.
- También resulta muy bien con el budín de chocolate.
- Eso es simplemete diabólico. Tengo unos conocidos también en mi casa a los que podría echar mano
- ¿Acaso no tienes un tío en la mafia? Apuesto a que es todo lo que necesitas cuando hay que vengarse.
- Sí, pero él está en Jersey
- Cierto
- ¿Con, supiste del baile que viene en unas semanas más? Se supone que es para toda la base, nosotros y los británicos.
- Sí, oí del baile, pero no creo que pueda ir
- ¿Qué? ¿Por qué?
- Sabes tan bien cómo yo que las "tropas de color" no serán admitidas ahí.
- "Tropas de color". Dios... Todos somos de color, si no seríamos transparentes.
- Sí, me da igual, así es la vida.
- SARGENTO CASTAFIOREEEEE- dijo una voz en las afueras del garage
- Santa María, llena eres de gracia, por favor ayúdame a no matar a esta mujer- murmuró Doreen- ¿Sí, mayor Duncan?
- ¿DÓNDE ESTÁ LA CABO FORD?
- En este momento, señora, está debajo del camión arreglando el eje de transmisión
- DILE QUE TIENE VISITAS Y QUE SE PUEDE TOMAR UN DESCANSO
- Sí, señora
- TIENES 20 MINUTOS, FORD
- Y la prisionera tiene un rato para ella- dijo Connie- Vaya.

Doreen se rió.

- Estás segura que quieres recibir a tu visita. No estás precisamente vestida de domingo.
- Quien quiera que sea, va a tener que lidiar con esto- dijo Connie saliendo de debajo del camión- Y no es que sea una cita o algo sí...
- Yo chequearía esa declaración si fuera tú... Las visitas por lo general no vienen con flores.

~*~*~*~

B)

Candy, I call my sugar Candy, because I'm sweet on Candy, and Candy's sweet on me…
She understands me, my understanding Candy, and Candy's always handy…
When I need sympathy, I wish that there were four of her,
So I could love much more of her.
She has taken my complete heart, got a sweet tooth for my sweetheart…
Candy, it's gonna be just dandy, the day I take my Candy
And make her mine, all mine...

Candy - written by Joan Whitney, Alex Kramer, & Mack David (1944) (?)

Connie miró a través de la puerta del garage y se paralizó. Bueno, ciertamente no estaba vestida para la ocasión... Y sí, él es más lindo con su cabello bien arreglado. Connie se dio una cachetada mental. "Ni siquiera lo pienses, Constance Bernice", pensó.

- Buenas tardes, teniente Rhodes... Se ve mucho mejor que la última vez que nos vimos
- Sí, y me siento mucho mejor también
- Me alegra saberlo... ¿Por qué no vamos afuera? No me gustaría que ese uniforme se manchara con grasa acá

Caminaron hasta un cercano banco protegido por la sombra de un antiguo roble. Ahí, él le entregó la rosa que le traía

- Para usted
- Es muy dulce de su parte, teniente. No tenía por qué hacerlo
- Sólo quería agradecerle por haber sido tan amable conmigo esa noche. Lo que empezó como mi cumpleaños con mis amigos...
- ¿Era su cumpleaños? ¿Qué edad cumplió?
- 24, pero no era mi cumpleaños todavía, eso fue dos días después. Sólo quisimos ir a celebrar por anticipado con mis amigos.
- Ya veo... No era necesario agradecer. Sólo cumplí con mi deber.
- ¿Incluso con un extraño?
- Lo haría por cualquiera... Si el Tío Sam me dejara cumplir con ello.
- ¿Qué quiere decir?
- Es una larga historia... ¿Qué hay en la bolsa?- añadió Connie indicando una pequeña bolsa de papel que estaba entre ellos.
-¡Oh! Esto también es para usted. "dulces para la más dulce", como dicen por ahí





Ella se quedó mirando la bolsa llena de dulces de distintos colores, casi como un pequeño arco iris, mientras, por otro lado intentaba no gritar de emoción.

- Dios, mío, esto debió costarle una fortuna. Sé lo que cuesta el azúcar en estos días...
- Mi amigo y yo creemos que vale la pena gastar un par de libras en esto. Él le enviará uno igual a su novia en Malta, junto con algunos chocolates belgas.
- ¿Malta? Eso está bien lejos de casa, sobre todo para un amor. ¿Qué amigo?
- John... El Capitán Taylor. Conoció a Katena (una profesora de primaria) cuando ambos fuimos a entrenar allá, hace más o menos un año... Creo que tiene pensado proponerle matrimonio para Navidad.
- Muy romántico...
- Sí, lo es... Escuche, Connie. Me preguntaba si podríamos ir a tomar juntos una taza de té el sábado por la tarde. Yo invito.
- Usted ya me ha agradecido bastante, teniente Rhodes
- Oh, pero una cosa más no le hará daño
- En realidad, suena encantador, pero no podré ir ya que no puedo, ni tengo permiso para abandonar la base hasta el domingo después de misa. Es parte de mi castigo por llegar tarde el pasado fin de semana.
- El domingo, entonces... suena muy bien
- Usted no se rinde fácil, ¿verdad?
- No si puedo evitarlo- dijo él con una sonrisa casi irónica.
- Muy bien. Nos veremos el domingo, a la una de la tarde. ¿Le parece bien?
- Es perfecto- el teniente Rhodes tomó la mano de Connie y la besó, sin importarle la grasa o el aceite, luego se paró para irse- La veré el domingo.
Nada va a pasar, Connie. Es sólo ir a tomar té, se dijo mientras se paraba para volver al garage. Es sólo té…

Todavía le quedaban unos minutos libres, así es que los aprovechó para caminar tranquilamente al garage observando el regalo en dulces del teniente Rhodes. "Calugas, calugas", pensaba distraídamente.

- ¡Ford! ¿A dónde cree que va?
- Buenas tardes, Sargento Olson. Lindo día, ¿no? Le quería agradecer el haberme dejado en el pueblo el fin de semana pasado. Realmente aprecio su preocupación por mi seguridad.
- Creo que le hice una pregunta.
- Y creo que como usted no es mi oficial directo, no debo contestarla.
- ¿Qué hacía usted con ese soldado británico?
- Hice algo amable por él y ahora el vino a agradecerme. Debería usted probar eso, ser amable... Puede hacerse un gran bien.
- Amable esto, perra- dijo botando la bolsa de dulces de las manos de Connie de un manotazo antes de irse.

Es que acaso no sabe que nadie puede interponerse entre una mujer y sus dulces... Perra estúpida... Será mejor que no me de motivos para encontrarla en un lugar muy oscuro... No tiene idea con quién mierda se está metiendo.

4)
This can't be love
Because I feel so well--
No sobs, no sorrows, no sighs.
This can't be love,
I get no dizzy spell,
My head is not in the skies.
My heart does not stand still--
Just hear it beat!
This is too sweet
To be love.
This can't be love
Because I feel so well,
But still I loveto look in your eyes…

This Can't Be Love - Words by Lorenz Hart and music by Richard Rodgers (1938)

Domingo por la tarde…

- ¡Los frenos, Nick! ¡Use los frenos!
- ¿Qué hago? ¿Uso este pedal?
- ¡¡¡No, ese nooo, ese es el embrague!!! ¡¡Has un cambio, tienes que hacer un cambio!!
- ¿Qué velocidad?- dijo Nick mirando directamente la palanca de cambios
- ¡CUIDADO!



El jeep apenas sí pasó encima de una pequeña pared de piedras y comenzó a rodar lentamente por el costado del camino. Connie abrió sus ojos y miró alrededor. No había daños ni en ellos, ni en el jeep, ni en el campo alrededor, eso era bueno.

- ¡Ufff! Estaba segura de que habíamos golpeado algo allá atrás. Aunque lo más probable es que le hayamos cortado la leche a esa pobre vaca de allá... ¿Nick? Nick está bien, puede respirar ahora.
- Le dije que no sabía manejar...
- Oh, sí se me olvidó. Una vida de privilegios y todo eso

Se acercó a ella para quitarle una ramita del pelo y de pronto el aire se puso muy caliente... "Dios, mío. Mi nombre nunca había sonado tan sexy..." Connie hizo lo imposible por volver a controlarse.

- Intenaré enseñarle de nuevo. No es tan complicado. Mi hermano mayor, Carver, me enseñó cómo manejar un tractor cuando tenía 12 años y mi padre me enseñó a manejar su camión dos años después. Mi madre se enojó mucho las dos veces- Connie rió- Pensaba que yo debería ser una linda y tranquila niña, ¡ja!
- Eso no es divertido.
- Lo sé. Por eso me rebelé contra sus deseos... Además mi padre decidió como que yo era un hijo más, ya que sólo fueron niños antes de mí y después de mí, así es que yo fui uno más sólo que con una forma corporal divertida. Así es que hice y aprendí todo lo que mis hermanos aprendieron e hicieron.
- ¡Vaya!
- Mi madre, eso sí igual se las arregló para enseñarme a cocinar. Mis repollos verdes son mi especialidad y entre nos, me quedan mejor que a ella
- ¿Qué clase de repollo?
- Repollo verde. ¿Nunca los ha probado?
- No puedo decir que sí
- Es una pena. Me gustaría que mi Nana me mandara algunos para acá... Bueh, también soy buena preparando pollo y cocino unas increíbles tartas
- Me va a tener que mostrar. Ahora que ya estamos acá, podríamos también comer, ¿no le parece?




Nick puso una gran frazada y luego ambos se sentaron sobre ella encima.
- Ahora, esto de todas maneras es mejor que estar encerrados en una casa de té, ¿no le parece?- dijo Nick
- Sí, de todas maneras es mejor. Para ser honesta, no quería estar en la base. No estaba en el calabozo, pero realmente me sentía en uno.
- Ahora, ¿me puede explicar otra vez por qué se metió usted en problemas si no era su culpa?
- Es una larga historia, pero el meollo es que hay cierta sargento de abastecimientos que la tiene tomada conmigo. No sé realmente por qué, apenas la conozco- dijo Connie encogiéndose de hombros.
- Sargento de abastecimientos, ¿ah? Una vez salí con una. Merrie es simpática, pero realmente agotadora.

Connie casi se atragantó con a limonada que tomaba y por poco la escupe. "Ah, por eso la tiene tomada conmigo, se dijo, soy una rival, ahora si tengo la radiografía".

- Ha pensado que vas a hacer cuando termine la guerra, Nick
- Mi padre quiere que vuelva y trabaje con él en el negocio de la familia
- Sí, pero qué es lo que realmente quiere hacer
- Volar
- ¿Disculpa?
- Mi plan es terminar mi curso de vuelo, hacerme un poco de experiencia de vuelo mientras estoy en el ejército y luego como piloto comercial. Ahora mismo están añadiendo más regimientos a los cuerpos de aviación, incluida la base donde estamos ahora.
- Yo sólo puedo imaginar lo que su madre diría. ¿Qué piensan sus amigos?
- John ya tiene horas de vuelo en el cuerpo. De hecho he sido su navegante un par de veces. No estoy seguro sobre Simon. Ha estado entrenando para ser artillero, pero yo creo que está listo para volver a Londres y dedicarse de lleno a triunfar en el teatro como actor.
- No lo sé- dijo Connie- Volar se ve simplemente peligroso para mí...
- Sí, pero es algo que deseo hacer, que tengo que hacer. Pero es lindo que se preocupe- dijo Nick acercándose para darle un pequeño beso en la mejilla.

Ella se echó hacia atrás bruscamente, con el corazón a mil por hora. Ni un buen baterista de jazz podría conseguir el ritmo que en este momento ella tenía.

- Sí, bueno.... uhm...
Además- prosiguió el como si nada hubiera pasado- Como dijo nuestro ilustre Primer Ministro hace un par de años: Aceptemos y dediquémonos a nuestras labores y tengamos presente que aunque el Imperio Birtánico durara mil años, los hombres aún dirían 'esta fue su hora final'*
- La verdadera pregunta es cuántos de nosotros sobreviviremos esta 'hora final'
- Ojalá supiera

~~**~~

- ¿Qué demonios quieres decir con que no hay más jeeps disponibles?- gritó Merrie- Hay un lugar al que tengo que ir
- Lo siento, mucho Sagento Olson. Pero el último fue prestado hace una hora atrás. Usted sabe que son sólo tres jeeps los asignados a las tropas Femeninas. Debió haber venido más...
- ¿Demando saber quién se lo llevó?

El encargado suspiró.

- Tendría que chequear los papeles de permiso de los dos primeros, pero el tercero ... Fue autorizado por la sargento D.M. Castafiore de la división motorizada y entregado a la cabo Constance Ford
- Otra vez esa perra...- murmuró Merry
- ¿Qué fue lo que le hizo ella?
- Eso a ti no te importa- le gritó y se fue de ahí furiosa.




*Del discurso dado por Winston Churchill en la Cámara de los Comunes, y transmitdo por la Radio BBC a todo el país, el 18 de junio de 1940